• Antifrágiles
  • Posts
  • 7 Consejos que no sirven para manejar tus emociones.

7 Consejos que no sirven para manejar tus emociones.

(y tampoco el dolor)

Hay mucha información en las redes sobre qué hacer para “manejar el estrés” o “gestionar nuestras emociones”.

Pero la mayoría de esta información no sirve para todo el mundo y no son estrategias útiles.

Tampoco para el dolor.

Vamos a verlas:

 

1. Razonar con tus emociones y pensamientos:

Esto es algo muy común que hacemos. Tratamos de convencer a la voz autocrítica, racionalizar que no deberíamos sentirnos de una determinada manera. Y esto no funciona.

Las emociones están diseñadas para ser sentidas y tienen un mensaje muy claro. Escúchalo.

En cuanto a los pensamientos catastrofistas o intrusivos, también están ahí para protegerte. Son tus aliados, no tus enemigos. Curiosea esos pensamientos y transmíteles seguridad. Pero no invalidándolos, si no aceptándolos y escuchándolos.

 

2. Haz ejercicio y ya:

Se ha dicho muchas veces que el ejercicio es igual o más efectivo que los antidepresivos para mejorar el estado de ánimo.

No digo que no hagamos ejercicio. Pero no lo utilicemos como una manera para evitar sentir cosas desagradables o para “desconectar”.

Estamos demasiado desconectados de nosotros mismos como para seguir promoviéndolo.

 

3. Rompe algo o saca la ira:

Se dice mucho que expreses la ira rompiendo algo, gritando o pegando a un saco de boxeo.

No digo que no sea una práctica que no podamos hacer de vez en cuando. Pero si tenemos ira acumulada, seguramente es porque tenemos necesidades no atendidas y límites que han sido superados.

Por ello no creo que expresando la ira de esta manera vaya a sanar esas situaciones.

Nuevamente, escucha tu ira. No es mala, tiene algo que decirte.

 

4. Sigue adelante, ignora la emoción:

En una mala interpretación del estoicismo se nos dice que todo es un problema de fuerza de voluntad y disciplina.

Que sigamos adelante sin importar como nos sintamos.

Esto nuevamente nos desconecta de nosotros mismos y de cosas que pueden ser importantes para nosotros pero seguimos haciendo “lo que hay que hacer”.

Menos “tengo que” y más “quiero…” y “necesito…”

 

5. Respira, solo respira:

Otro de los remedios para todo es el respirar cuando tenemos ansiedad.

Podemos usar esa estrategia para bajar la activación del sistema nervioso. Pero después hay que fijarse en el cuerpo. Y preguntarnos: ¿Qué nos está tratando de transmitir esa emoción?

Respirar tratando de que la ansiedad simplemente se vaya por arte de magia es completamente contraproducente.

 

6. Negar tus emociones o minimizarlas:

El decir “No es para tanto” o “hay otras personas que están peor” o directamente negar que te sientes de una manera determinada solo aumenta nuestro sufrimiento y nos mantiene en esa emoción más tiempo del necesario.

Reconoce como te sientes, no le tengas miedo a ese sentimiento ni pienses en justificarte.

Pues sí, tengo miedo. Pues sí, aún no he superado ese evento. Pues sí, esto me enfada.

Y después construye desde ahí.

 

7. Intenta distraerte:

He dejado este para el final porque me parece el peor consejo que podemos dar. Ya sea para el dolor o para las emociones.

No digo que no podamos huir de nuestra realidad interna de vez en cuando. Pero sé consciente de lo que estás haciendo.

Tarde o temprano tendrás que enfrentarte a esas emociones y sentirlas.

 

En el fondo lo que trato de transmitir es que las emociones, los pensamientos y el dolor, cuanto más luchamos contra ellos, peor. Tampoco funciona reprimirlo, ignorarlo o razonarlo.

Lo que resistes, persiste.

Lo que aceptas, se transforma.

Trátate con cariño, escúchate. Acoge tus emociones, dales un espacio, y luego toma la acción que creas conveniente para cuidarte.

Un fuerte abrazo y feliz sábado.