Cómo afectan las emociones a tu salud.

(qué significa somatizar)

Se habla mucho de somatizar y del papel que juegan el estrés y las emociones en nuestra salud.

Pero… ¿qué significa somatizar? ¿Son peligrosas las emociones? Lo analizamos

 

Qué es una emoción:

Podríamos definir una emoción como una percepción que conlleva una respuesta fisiológica y una invitación a una conducta en concreto. Las emociones realmente nos ayudan a sobrevivir ya que son respuestas rápidas y eficientes. Aunque no siempre sean lo más eficaces que podrían ser.

Son respuestas además que son aprendidas y que se construyen a lo largo de la experiencia vital. Están influidas por muchas variables como el contexto, el entorno, las creencias y las experiencias pasadas.

Lisa Feldman en su libro “La vida secreta del cerebro” nos habla sobre cómo se construyen las emociones a lo largo de la vida. Antes se pensaba que las emociones eran algo fijo e inmutable pero se ha visto que no es así. No existe el centro del miedo en el cerebro ya que cualquier emoción es una experiencia demasiado compleja para ser reducida a una parte concreta del cerebro.

Normalmente definimos las emociones además a través de las sensaciones somáticas que nos producen:

- Un nudo en la garganta

- Presión en el pecho

- Sensación de falta de aire

- Mariposas en el estómago

Y aquí es donde entra el término de somatización. ¿Qué significa exactamente?

Qué significa somatizar:

Según varias definiciones que he encontrado somatizar sería el proceso mediante el cual los problemas psíquicos se convierten en síntomas físicos de forma involuntaria.

Pero, ¿significa eso que las emociones son peligrosas?

Fisiológicamente las emociones no están diseñadas para ser mantenidas en el tiempo. Son respuestas rápidas que nos mueven a una acción en concreta. Y esto en animales quizás se ve más claro pero los humanos somos más complejos y somos capaces de no tomar esa acción. Somos también capaces directamente de no sentir una emoción si es demasiado incómoda. Podemos disociarnos y aquí es donde empieza el verdadero problema.

El verdadero problema:

Una emoción no es peligrosa. Todas cumplen una función. El problema es desconectarnos de nosotros mismos y nuestras emociones. Porque, aunque nosotros no lo sintamos, la respuesta fisiológica de la emoción se mantiene activa mientras no tomemos esa acción conductual.

Hoy en día es muy fácil disociarse. Utilizamos la estimulación externa con comida, entretenimiento, acción constante y un largo etcétera para evitar mirar nuestra realidad interna.

Además podemos tener conflictos con ciertas emociones que nos requieren cambios vitales y nos cuesta mucho responsabilizarnos de ello.

El problema es que el cuerpo lleva la cuenta y esa emoción no se va aunque decidamos ignorarla o suprimirla.

Tarde o temprano aparece en forma de un ataque de ansiedad o de otro tipo de sintomatología física. Ya que un organismo que se mantiene en un estado de alerta durante mucho tiempo tarde o temprano desarrolla insomnio y otro tipo de síntomas.

 

La solución pasa por no ignorar nuestra realidad interna. Darnos cuenta de esas emociones que surgen y no suprimirlas. La mejor manera para dejar de estar disociado y conectar con uno mismo es la siguiente:

- Elimina las conductas que te desconectan de ti mismo como el exceso de comida, drogas y alcohol etc…

- Si aparece una emoción curiosea primero sin juzgar, pregúntate para qué está ahí

- Siéntela en el cuerpo, escúchala y toma una acción respecto a ella.

 

El autocuidado y el amor propio residen también en escucharnos por muy incómodo que sea.

Feliz sábado