El trauma

Por qué el tiempo no lo cura todo.

El trauma marca la relación que tienes contigo mismo y con el entorno.

Se desarrolla en la infancia y no tiene que ser necesariamente debido a un evento concreto. A veces es simplemente la repetición de una dinámica.

Vamos con este tema tan apasionante y estigmatizado.

 

Qué es el trauma:

El trauma se genera básicamente cuando una persona percibe que los vínculos que desarrollan no son seguros.

Esto puede deberse a muchos factores pero de forma general lo que suele ocurrir es que la persona que sufre el trauma se desconecta por completo de sus necesidades y su vulnerabilidad. Se siente invalidada por el mundo exterior por lo que empieza a invalidarse a sí misma.

Es entonces cuando se desarrollan diferentes estrategias de compensación para conseguir el amor que tanto anhela. Es aquí donde se fraguan los “niños y las niñas buenas”. Esas personas que ponen las necesidades de los demás por delante de las propias.

El miedo al conflicto, al fracaso, al rechazo. Todo se genera porque la persona se ha invalidado internamente y necesita como el comer la validación externa. Aquí nace la autocrítica, el perfeccionismo y la autoexigencia como mecanismos que nos buscan proteger del sufrimiento de no recibir validación externa.

Esto nos hace muy dependientes en nuestros vínculos pero al mismo tiempo nos sentimos solos ya que nadie nos ve como realmente somos. Nadie conecta con nuestra vulnerabilidad porque nos aterra mostrarnos tal y como somos.

El problema es que de esta manera nos quedamos sufriendo y tenemos una necesidad de control constante. Ya que las cosas de la vida nos ocurren sin que tengamos una sensación de agencia sobre lo que ocurre. Somos constantes víctimas de los acontecimientos.

 

Por qué el tiempo no lo cura todo:

Se ha dicho muchas veces que el tiempo todo lo cura. Y esto puede que aplique para una herida en la piel o una fractura. Pero las heridas emocionales o psicológicas no sanan si no se cambia la manera que tenemos de relacionarnos con nosotros mismos y con el entorno.

Si tenemos miedo al conflicto o al rechazo tenemos que hacernos conscientes de que eso viene por heridas del pasado.

La clave está en responsabilizarnos de esas heridas y decidir cómo queremos relacionarnos con nosotros mismos a partir de ahora.

Además, una gran parte de la sanación vendrá de perdonarnos a nosotros mismos y a las personas del entorno. No existen culpas, todo ocurrió de manera inconsciente.

La cuestión es… qué vas a hacer ahora.

 

Cómo sanar el trauma:

Una vez tenemos claro y hemos hecho conscientes esas heridas, solo queda responsabilizarnos de ellas.

Ni el tiempo, ni entender por qué somos como somos es suficiente para sanar.

La sanación viene de realizar un cambio en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. De generar experiencias correctivas en las que poco a poco vas tomando la decisión de ser auténtico.

Finalmente verás que en este proceso muchas personas se desvinculan de ti o salen huyendo. Pero eso está bien. Porque crearás espacio para otras personas que sí que te permitan ser auténtico y te quieran tal y como eres.

Y es que eso es lo que nos sana. La autenticidad y el vínculo con otras personas desde esa autenticidad.

Valídate primero de forma interna y la validación externa vendrá después.

 

Feliz sábado.