Las adicciones blanqueadas.

Pantallas, comida y fármacos.

Las adicciones forman parte del ser humano.

Pero hoy en día tenemos nuevas adicciones propias de nuestra sociedad. Adicciones que pasamos por alto y que están blanqueadas a pesar de ser igual o más nocivas que las adicciones más conocidas.

 

Caldo de cultivo perfecto

En las sociedades modernas se ha generado un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de adicciones en los individuos. Relacionado con algo que ya he comentado en alguna otra ocasión… Vivimos en una sociedad que quiere evitar el sufrimiento en lugar de afrontarlo.

Pero no solo eso, unido a esa búsqueda perpetua por la comodidad y el placer tenemos situaciones sociales que son difíciles de modificar como es el paro estructural, la xenofobia o el machismo sistémicos, la incertidumbre económica y los conflictos internacionales. Son situaciones ante las que muchas veces las personas solo pueden resignarse y “aguantar” aunque no puedan escapar ni rebelarse.

Además en nuestra sociedad de consumo estamos acostumbrados a las cosas rápidas. Queremos dejar de sentirnos mal ahora mismo. Solucionar nuestra vida en un abrir y cerrar de ojos. Y claro… parece más sencillo anestesiarnos o disociarnos de nuestra dura realidad con placeres instantáneos como los que presento hoy: Las pantallas, la comida y los fármacos.

Realmente aunque nos puedan parecer cosas inocuas, cualquier adicción tiene el potencial de destruirnos. Y es que si nos paramos a pensarlo nuestra relación con esas 3 “drogas” cumple con los criterios de adicción:

- Falta de control del impulso

- Dependencia del elemento adictivo.

Vamos a analizar uno por uno.

Pantallas y la guerra por la atención

Empezando por las pantallas… Cada vez somos más conscientes de que vivimos rodeados de ellas. Y aquí específicamente hablo del uso compulsivo de las redes sociales, entretenimiento como netflix y pornografía.

Utilizamos las pantallas para evadirnos de la realidad con estas actividades placenteras que nos anestesian. Y no solo eso, sino que también nos roban del placer cotidiano de actividades sencillas y más sanas como una conversación con un ser querido, la actividad física o un paseo por la naturaleza.

Los ingenieros trabajan constantemente para volvernos adictos a las diferentes aplicaciones del mercado. Compitiendo por nuestra atención. Y lo cierto es que lo hacen muy bien.

La comida como anestesia

Aquí incluyo toda la comida rápida, procesada y excesivamente adornada. Yo mismo he tenido (o tengo) la comida como un mecanismo que utilizo para sentirme mejor.

Aquí podría extenderme mucho más, hablando de nuestra relación con la comida. Pero lo cierto es que nuevamente hay empresas compitiendo por hacer la comida más sabrosa y más adictiva.

El sabor es tan intenso que los alimentos más orgánicos dejan de tener atractivo.

Simplemente observa cómo comes. ¿Lo haces de forma compulsiva, rápida e inconsciente? Si es así, seguramente tengas una mala relación con la alimentación y puedes desarrollar una adicción.

Los fármacos que nos mantienen indolentes

En último lugar, pero no por ello menos importante, tenemos los fármacos.

Casi todo el mundo que conozco se ha automedicado alguna vez. En su gran mayoría utilizamos antidepresivos, analgésicos y ansiolíticos de forma indiscriminada para dejar de sufrir. Pero lo que acabamos haciendo es enmascarar síntomas, evitando que podamos atajar la causa real de nuestro sufrimiento.

El problema es que nos acabamos haciendo frágiles, tanto a nivel mental como físico, ya que nos volvemos dependientes del fármaco de elección.

Y es que no debemos olvidarnos que los fármacos, aunque sean legales, siguen siendo drogas. Y es muy curioso que no vemos de la misma manera a una persona adicta a la marihuana, que a una persona que lleva 20 años tomando un antidepresivo potente.

Todas estas actividades adictivas tienen en común que son:

- Placeres instantáneos

- De fácil acceso

- Evitan que prestemos atención a nuestro sufrimiento

Tenemos que recuperar el control de nuestros impulsos, separándonos y huyendo de la gratificación instantánea todo lo posible.

Para que así podamos prestar atención y disfrutar de lo realmente importante.

Dejemos de blanquear las pantallas, la comida rápida y los fármacos. Veámoslas como las nuevas adicciones del siglo XXI.

Si tienes dolor persistente (migrañas o dolor muscular/articular) y crees que puedo ayudarte me encantaría leer tu historia.

Puedes contactarme en mis redes sociales o respondiendo a este correo.