Lo que oculta la obsesión por el desarrollo personal.

He de reconocer que yo empecé en el mundo del desarrollo personal, la optimización de mi día a día, la productividad y otros temas bien temprano.

Y lo cierto es que me ha ayudado mucho a conseguir ciertos objetivos y efectivamente desarrollarme personalmente.

Pero… ¿Qué motiva realmente esta obsesión?

Vamos a verlo.

Sensación de falta de valía:

Cuando me di cuenta de esto la verdad que me invadió la tristeza. Lo cierto es que si estamos todo el rato pensando en mejorar como seres humanos es muy posible que toda esa conducta parta de un sentimiento de no ser válido tal y como somos.

Y ojo, yo no estoy en contra de tener objetivos, de querer mejorar en ciertas áreas ni de desarrollarnos como personas.

Pero es verdad que todo depende desde qué lugar hacemos las cosas. Si es desde un lugar de carencia o desde la libertad.

La pregunta que podemos hacernos es si es el amor propio o la exigencia lo que nos mueve. Si me siento valioso o tengo en mi corazón un sentimiento profundo de no ser suficiente.

Todo esto se vuelve muy complicado, ya que ese sentimiento de falta de valía nos trae muchos resultados. Reconocimiento, prestigio, objetivos económicos, estudios etc… Pero el problema es que NUNCA es suficiente.

Ese vacío nunca lo llenamos por mucho que mejoremos como personas.

Recuerdo que yo tenía una rutina optimizada para mejorar cada aspecto de mi persona, desde el físico, al intelectual y al espiritual. Pero era esclavo de esa rutina y además no disfrutaba nada haciéndola. Por eso mismo, porque nunca era suficiente.

El antídoto:

La realidad es que cuando me di cuenta de cómo me estaba tratando y la herida tan profunda que tenía se me rompió el corazón.

 Y además de un proceso de terapia empecé a preguntarme desde donde buscaba esa mejora personal. Entonces comencé a decirme a mí mismo que ya era suficiente tal y como soy. Y no porque quisiera creerlo, si no porque al revisar mi historia de mi nació una potente compasión por mí y mi historia.

No desde un punto de vista ególatra o narcisista. Si no de amor propio por reconocer mi imperfección y abrazarla compasivamente.

Las redes y la insatisfacción:

Además de nuestras vivencias, cabe destacar que vivimos en una sociedad en la que es muy fácil compararte con alguien que siempre tiene más. O es más guapo, o más rico, o más gracioso.

Pero aquí quiero señalar lo dañino que es compararse entre personas. Ni que fuéramos productos expuestos en una estantería…

Cada ser es único y especial a su manera. E igual que no decimos que una nube es mejor que otra o una planta superior a la de al lado… es tremendamente cruel hacerlo entre personas y creo que como sociedad tenemos mucho que mejorar en ese aspecto.

El mensaje con el que quiero terminar es el siguiente: Ya eres suficiente tal y como eres. No eres tus credenciales, ni tu cuenta bancaria, ni lo guapo o gracioso que eres… eres algo mucho más grande que eso.

Así que no te limites, y mucho menos te compares con otras personas. Vuelve a ti y reconoce tu naturaleza única e ilimitada.

Feliz sábado 😊